






La niebla matutina se aferra a la superficie del Atlántico mientras Carl LoBue dirige una pequeña embarcación de investigación hacia mar abierto. Una manada de delfines se arquea entre las olas, y el chorro brumoso de una ballena jorobada estalla como una bengala.
Para LoBue, científico marino y director de océanos de The Nature Conservancy de Nueva York, estos momentos son más que impresionantes: son señales de una recuperación que lleva décadas gestándose. Gracias a una mayor protección de peces forrajeros como el sábalo atlántico, apoyado por pescadores, científicos y defensores de la vida silvestre, las ballenas están regresando a las aguas costeras de Nueva York en cantidades no vistas en generaciones.
Pero la recuperación conlleva riesgos. Las mismas aguas ahora están repletas de navegantes, aparejos de pesca y tráfico marítimo, lo que crea condiciones peligrosas tanto para las ballenas como para las personas. Los choques con embarcaciones y los enredos en los aparejos de pesca son las principales causas de muerte de ballenas, amenazando especies desde las jorobadas hasta la ballena franca del Atlántico Norte, en peligro crítico de extinción.
Para ayudar a los navegantes a navegar esta nueva realidad, The Nature Conservancy colaboró con agencias estatales, educadores y otros expertos marinos para crear «Ojos en el Agua: Navegando con Ballenas», un curso online gratuito que simula una travesía por las emblemáticas vías navegables de Nueva York. Los participantes así aprenden a avistar ballenas, reconocer su comportamiento, evitar colisiones y reportar avistamientos.
«No se trata solo de evitar colisiones», explica LoBue. «Se trata de construir una comunidad de personas que comprendan el océano y deseen protegerlo. No solo estás dirigiendo un barco, sino que estás irrumpiendo en el hogar de otros seres. Cada onda, cada sonido, cada movimiento importa».
LoBue y su equipo diseñaron el curso para integrarlo fácilmente en los programas de seguridad náutica de Nueva York. Forma parte de la estrategia más amplia de The Nature Conservancy para proteger la vida marina y las comunidades costeras, desde la restauración de arrecifes de crustáceos, praderas de zostera marina y marismas salinas, hasta el seguimiento de aves marinas y la reducción de la contaminación por nitrógeno.
De vuelta al agua, la radio de LoBue cobra vida. Un barco de avistamiento de ballenas busca casks confirmados. «Tenemos una ballena jorobada madre con su cría a 15 metros de profundidad frente a la casa circular», responde.
LoBue guarda su equipo y se dirige hacia la orilla. «Ya están aquí», dice. «Ahora solo tenemos que mantenerlo así».
Para obtener más información, visite nature.org/boatingwithwhales