Navegando por el Archipiélago de las Galápagos

Texto por DOLORES BARCIELA

Fotos, Cortesía de M/Y WILDAID'S PASSION

Estamos haciendo snorkel a lo largo de la rocosa costa de la Isla Santiago, en las calmadas aguas frente a la pequeña isla acertadamente llamada Sombrero Chino, por su semejanza con un sombrero en forma de cono. Cuando me aburro de ver coloridos cardúmenes de peces, me quito las gafas de submarinismo y me dejo llevar por la corriente mientras observo a cangrejos rojos trepar las negras rocas volcánicas de la orilla. De repente veo mi primer pingüino de Galápagos nadando cerca mío. De menos de 50 centímetros de longitud, son los únicos pingüinos del mundo que viven cerca del ecuador. Este es muy lindo y juguetón y me divierte nadar cerca suyo.  El resto de mi grupo continúa buceando a unos 5 metros de distancia. Chema me hace la señal del número  5 con la mano y yo pienso: «Qué bien!, deben estar viendo otros 5 pingüinos bajo el agua». Más tarde me cuenta que se refería a 5 tiburones de Galápagos de tamaño medio que nadaban a sólo un par de metros míos. Al grupo le gustó mucho verlos, pero yo me alegro de oír esto cuando ya terminó nuestra sesión de snorkel.

Nos subimos a nuestro bote auxiliar y regresamos a bordo del M/Y Wild Aid’s Passion, donde nos recibe el siempre sonriente tripulante Roberto con una taza de un delicioso chocolate caliente. Otros tripulantes también nos ofrecen toallas para secarnos después de habernos quitado nuestros trajes de agua. Roberto anuncia que tenemos bocadillos calientes aguardándonos en la cubierta superior y Fernando, el biólogo que guía nuestra expedición, nos cuenta que dará una charla sobre Darwin en el salón principal después de la cena.

Ahora estamos en cubierta relajándonos, disfrutando de empanadas mientras observamos al sol ponerse sobre la isla de Santiago. No podríamos estar mejor. Nos sobrevuelan gaviotas y petreles. Sus sonidos son lo único que se oye, junto a las suaves caricias del agua en el casco del barco. Estamos solos en este rincón virgen del mundo que parece lucir tan puro y auténtico como hace cientos de años, cuando lo descubrieron los europeos.

Es responsabilidad de todos el ahora ayudar a mantenerlo tan impecable como luce, y proteger su vasta flora y fauna endémica.  El Parque Nacional de Galápagos y el gobierno de Ecuador están haciendo una gran labor, al igual que algunas organizaciones de conservación y algunas empresas de turismo de lujo como Wild Aid y Angermeyer Cruises/Andando Tours. Es por ellos que estoy hoy aquí disfrutando de este paraíso sorprendente, por lo que les estoy muy agradecida. El programa de Wild Aid en las Galápagos incluye actividades para proteger sus muy diversas especies marinas y su hábitat, como lo es detener la pesca ilegal en la Reserva Marina de Galápagos y evitar la introducción de especies invasivas. A su vez, Angermeyer Cruises/Andando Tours es una empresa de turismo local que entiende que la conservación es buena para los negocios, y mantiene altos estándares y una gran conciencia ecológica.

El yate de lujo Wild Aid’s Passion es el mayor barco de chárter de las Galápagos. Con 48.5 metros de eslora y cuatro cubiertas, posee espacio generoso para hasta 14 huéspedes. Ofrece amplias áreas sociales, tanto externas como internas, un salón abierto con bar y puertas corredizas de vidrio, salón comedor separado, y cubiertas de teca de más de 200 m2 que incluyen una cubierta superior para tomar sol con reposeras y jacuzzi. Cuenta con 4 amplios camarotes con baño privado y bañera, y dos suites con dos baños cada una, todos con aire acondicionado. Wild Aid’s Passion asegura un servicio insuperable con una relación de servicio de un tripulante por huésped, y un Chef que elabora exquisita comida gourmet. El desayuno, almuerzo y cena suelen servirse al aire libre en el comedor externo, lo que permite disfrutar de vistas espectaculares y preciosos atardeceres.

Galápagos. El nombre en sí resuena en múltiples niveles. Definitivamente es un destino ideal para cualquier amante y estudioso de la naturaleza, y un lugar donde los principios básicos de la evolución pueden observarse in situ. El archipiélago se encuentra a unas 600 millas náuticas de Ecuador, formado por las puntas emergentes de enormes volcanes submarinos. Sus aguas ricas en nutrientes ayudan a la concentración y reproducción de especies marinas migratorias que van desde las ballenas yubarta y las tortugas marinas a las gigantescas manta rayas y los tiburones martillo. Las islas ofrecen una ecléctica mezcla de especies que sumados a los altos niveles de endemismo las vuelven muy especiales. Aquí podemos ver pingüinos conviviendo con iguanas y lobos marinos, miles de tortugas prehistóricas, especies únicas en el planeta como las gaviotas nocturnas, los únicos lagartos verdaderamente marinos y al cormorán no volador. 

Las islas son una rica mezcla de volcanes activos, deslumbrantes playas y abundante fauna mansa que no le tiene miedo al hombre. A mí me resultó una vivencia espectacular el poder observar de tan cerca a las lobas marinas amamantar a sus bebés recién nacidos. Algunos bebés hasta se nos acercaban con curiosidad. Me encantó la experiencia, al igual que la de nadar junto a tortugas, peces coloridos y pingüinos. Galápagos es un encantador rincón del mundo digno de ser visitado.